El otro día mi ex-profesor, amigo e ínclito bloggero (entre otras muchas cosas, todas buenas) David Uclés, me dió un amable tirón de orejas por tener tan olvidado el blog. Las excusas que le di no es que fueran malas (el mantenimiento de la página de Watchmen, Facebook y Twitter que absorven mi necesidad y tiempo de soltar polladas...) pero a todas luces insuficientes.
Así que hoy me he hecho el firme propósito de no dejar morir el blog, qué demonios, que me ha dado muchos momentos de satisfacción. Y para ilustrar este propósito, y como acto puramente catártico, he decidido cambiar la plantilla, después de pasar un rato buceando entre los cientos de opciones que ofrece Blogger Templates. Espero que os guste el cambio y que realmente le sepa insuflar al blog la vida que se merece.
7 comentarios:
Estas como yo entonces, que lo tengo tan olvidado como el prota de Memento a su mujer... xDDDD
En mi caso es "culpa" de los videojuegos guapos, los buenos libros y la configuración de los distintos equipos de casa. Esto unido a lo poco que salgo de casa, lo cual impide que vea cosas nuevas y eso, han hecho que mi blog caiga prácticamaente en el olvido...
Se que tendría que volver a escribir en el regularmente, pero es que los cantos de sirena de mis otros vicios son tan fuertes...
Ya que me habia acostumbrado a ese tono de tu anterior plantilla, cambias :P
Ya en serio, me gusta la plantilla, pero yo creo que David se refiere.... a que metas contenido y menos twitter y facebook :D
nos twitteamos? X)
Hombre, ya. El cambio de aspecto se supone que es sólo el elemento catártico que me anime a escribir más a menudo :)
Además la plantilla tiene unos tonos invernales que encajan mucho con estos fríos que estamos viviendo... pero bueno, tampoco estaba tan abandonado, el blog!
Yo tengo el mio olvidadísimo, pero porque estoy preparando uno nuevo con diferente tratamiento y contenidos. De todos modos debería actualizar aunque sólo sea por no perder la costumbre.
Por cierto, no está mal el template nuevo.
:-) Larga vida al Blogging!!
Tampoco era para que te lo tomaras a la tremenda, hombre.
Hombre, por fin. Será un placer volverte a leer.
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