El sábado estuve en la segunda proyección de las películas de la "trilogía del dólar" de Sergio Leone que organizaba Alamo Drafthouse en mi querida tierra almeriense. No pude ir el viernes a Por un puñado de dólares ni el domingo a El bueno, el feo y el malo, pero sí pude disfrutar de La muerte tenía un precio en la misma era en la que tiene lugar la escena cumbre de la película.
Como todo el mundo sabrá, Tarantino finalmente no estuvo en la proyección, pero lo que sí estuvo presente fue su copia de la película, prestada de su colección privada. Una copia un tanto deteriorada (se nota que la ha pasado unas cuantas veces), con algunos cortes, lo que, acompañado de los dos trailers mega-frikis que precedieron a la proyección, hacía parecer que estábamos viendo una versión spaghetti de Grindhouse :)
La era, restaurada, se convirtió en un excelente patio de butacas, con sillas dispuestas por la organización y otras suministradas por el respetable, que también aprovechó el murito como improvisado asiento. Lleno hasta arriba finalmente, un ambiente estupendo con un público entregado que jaleaba las escenas más significativas.
El entusiasmo alcanzó su cénit cuando la película encaró su último acto, rodado íntegramente en Los Albaricoques, y sobre todo con la escena final del duelo en la era. Toda una experiencia contemplar la escena cuando uno está sentado en el mismo trozo de tierra que pisaba Lee Van Cleef mientras esperaba a que el reloj dejara de sonar.
No dejéis de pasar por el blog de Nacho Vigalondo, que estuvo presente este fin de semana en las proyecciones y que nos ofrece una estupenda foto y un vídeo del evento del sábado.
2 comentarios:
La verdad es que esas cosas molan mucho...
Es un gustazo dar, y darse, homenajes así... :)
¡menuda experiencia! Supongo que te lo pasarias genial. Lo de ir a las localizaciones de las escenas y más aún proyectar la peli justo ahí es una gran idea. Me alegro que se hagan cosas así. Se debería hacer un ciclo que se llamará "El cine en su lugar" o algo así e ir proyectando las pelis en los lugares emblemáticos. Te imaginas ver Lawrence de Arabía en carboneras; o Conan en su casi desaparecida cueva; Indiana Jones en tabernas y muuuuchas más.... estaría muy bien un ciclo de cine de verano así. :)
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